Un hombre pequeño y un gato grande
Muchas veces uno tiende a parapetarse detrás del canon de la cultura oficial; no la oficial de los gobiernos, que siempre han preferido pueblos dócilmente iletrados, sino la que dictan los mandarines y santones literarios desde academias, universidades y columnas de periódico. Y es que lo contrario, absorber cual esponja sin tamizado previo todo lo que se ponga a tiro, no es en absoluto recomendable; la imbecilidad espera agazapada en cada esquina para asaetear a los imprudentes. Así que no queda otro remedio que leer y releer a los de siempre, procurando dejar al mismo tiempo cierto margen a la intuición. Se pierden algunas lecturas de interés que quedan condenadas a la inopia, pero se ahorra mucho tiempo (que a su vez se reinvierte) y se evitan (casi siempre) los molestos efectos de la bazofia pseudoliteraria.
Con tanta profilaxis no era demasiado probable que Vida de Pi fuera a caer en mi estantería de libros de próxima lectura. Un desconocido canadiense salmantino de nombre extraño, Yann Martel, con unos sospechosos aspecto y biografía de viajero, tenía pocas posibilidades de abrirse paso a codazos entre los DeLillo, Pamuk, Scott Fitzgerald, Philip Roth, Dickens, Zweig o Turguénev (ya ven los lectores cómo me las gasto cuando juego a ser bibliotecario). Pero el caso es que cuando comencé a leer Vida de Pi comprendí que había tenido mucha suerte de que el libro hubiese caído en mis manos.
Durante cuatrocientas páginas Yann Martel se va transformando; a veces es un divertido contador de aventuras, otras un humilde y agudo investigador del hecho religioso. Pero en ningún momento pierde la honestidad narrativa, honestidad que surge cuando la literatura, más que inventar, filtra la vida; y de ese modo, mediante ese compromiso vital de la escritura, Yann Martel regala a los lectores una auténtica joya de inusitada altura literaria.
Si uno repasa los protagonistas, el libro ya promete: un niño indio, los inquilinos de un zoológico, un dios, un océano. El resultado es una novela que se disfruta de la primera a la última palabra. Uno se emociona y se divierte con el pequeño y a la vez enorme descubrimiento que es pasar cada página. El joven Pi nos presta su cuerpo, a través del cual el lector comparte con él esperanza y angustia, salitre y sudor.
Una vez finalizada la lectura el tópico del humor inteligente no alcanza para abarcar la novela de Martel. Más bien, uno se pregunta si el humor y la inteligencia no son básicamente lo mismo.
En fin. Más no puedo decir. Sólo me queda agradecer a mi amigo Jimmy Puerta la recomendación y hacerla llegar hasta vosotros. Leed Vida de Pi. Dichosos los que lo podéis hacer por primera vez.
(En la foto, apasionado lector del libro y tigre de Bengala a escala.)
Etiquetas: Vida de Pi, Yann Martel
6 Comments:
¡Qué suerte tengo! ¡Vida de Pi ha caído en mis manos! Dichosa yo que lo podré leer por primera vez en cuanto me ponga.
Y cuando consiga finalizar (400 páginas, a 2 páginas/día o incluso menos si el sueño se adelanta, hacen un total de…) os dejaré mis impresiones, coincidan o no con las de nuestro blogger.
En cuanto al tigre de Bengala de la foto…pues muy peligroso no parece, con todos los respetos y por mucho que su compañero de foto se empeñe en poner cara de malo.
Muchas gracias de nuevo, Triestero. Sigo con las recomendaciones de principio de año, añadiendo algo de cosecha propia. Añadiré además Vida de Pi en la lista.
Saludos.
Muchas gracias por el apoyo, queridos lectores. Espero que si los libros recomendados decepcionan, vengáis furiosos a pedirme cuentas.
En cuanto al tigre de Bengala de la foto, se trata de un animal peligrosísimo, aunque muy rico.
Abrazos
Pues como lo prometido es deuda, allá va mi comentario sobre la historia de ese pequeño (gran hombre)y su "amigo felino". Una de las mejores historias con las que me he topado en mucho tiempo. Yo que pensaba que ya tenía lecturas para unos meses, y no he podido evitarlo, lo he devorado, es apasionante. Parece mentira cómo el autor consigue de una situación "tan poco móvil" trazar una aventura apasionante.
LEEDLO
Muxus
A mi este relato me parece apasionante e inteligente pero me entran ganas de leer más cosas del mismo autor... en la foto tengo dudas creo que Richar Parker es el felino o el humano?
Por entre las oscuras rendijas se esconden mas libros,espera por ellos...ellos tambien esperarán...
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