Cuaderno de Trieste

Blog personal de Gabriel Rodríguez

viernes, abril 14, 2006

Clave para evitar el futuro


Me llama la atención un párrafo de los casi siempre lúcidos análisis de Josep Ramoneda. Lo reproduzco.
“El mundo como apartheid. Un detalle: ¿qué les exigimos a los inmigrantes para que puedan venir a los países del primer mundo? Un contrato de trabajo. Exactamente lo mismo que los blancos sudafricanos exigían a los negros de los ghetos para que pudieran acceder a sus barrios durante los años del apartheid.”
La idea es de lo más inquietante. ¿Se regirá el conflicto Sur-Norte de los próximos años por los mismos parámetros racistas que la Sudáfrica del apartheid? Algunos datos objetivos apuntan en ese sentido. Mientras en Europa criticamos con saña el muro erigido en Palestina por el inefable Sharon, el Gobierno de España refuerza la valla de Melilla para evitar el asalto masivo de inmigrantes desesperados. La consecuencia de esa acción es obvia: los inmigrantes intentan llegar a Canarias desde la costa norte de Mauritania. Se aventuran en el Atlántico con embarcaciones de lo más precario, lo que arroja el resultado de una fantasmal sangría de ahogados anónimos.
El problema es de una complejidad extraordinaria. De hecho, es el problema con mayúsculas. Sonroja comprobar cómo la clase política divaga entre sutilezas de identidad nacional o revuelve machaconamente toda noticia o rumor relacionado con ETA, por más que la banda terrorista lleve casi tres años sin asesinar y el mar escupa cada mañana decenas de cadáveres de inmigrantes. Es evidente que subyace una fuerte pulsión xenófoba. Por ahí aflora la Sudáfrica del apartheid.
Por eso quizá en pocos años nos veamos abocados a aprender de esa sociedad sudafricana y a discriminar qué nos vale y qué no de aquella espantosa experiencia. Y puede suceder que nos removamos incómodos al leer a escritores como John Maxwell Coetzee o Nadine Gordimer que afearon la conducta de sus conciudadanos a los que cada vez nos parecemos más.
Es difícil escribir sobre Coetzee. Su literatura se explica por sí misma con una nitidez tan violenta que no requiere prólogo alguno. Basta citar las palabras que le dedicara Mario Vargas Llosa, que es, además de novelista formidable e irritante analista político, un fino crítico: “El surafricano Coetzee es uno de los mejores novelistas vivos, y no digo el mejor porque para hacer una afirmación semejante habría que haberlos leído a todos.” Respecto a Nadine Gordimer me fascina el modo en que logra contener la tensión. Su libro de relatos El salto tiene algo de Raymond Carver transplantado a Sudáfrica.
Así que si hay modo alguno de combatir ese macroapartheid en el que tres cuartas partes del mundo constituyen un gheto en que sus ciudadanos sólo piensan en llegar a la otra cuarta parte para ser tratados como esclavos, si podemos al menos reflexionar sobre ese proceso de degradación social, propongo empezar leyendo a Coetzee y a Gordimer. Tal vez sea una forma de impedir que aquello que describen se haga realidad en todo el planeta.

Etiquetas: , , ,

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este fin de semana he llegado a tu blog de casualidad y me he estado leyendo tus posts de hace dos años. Este me ha parecido muy interesante sobretodo visto desde la perspectiva del 2008; dos años han pasado y como ves las cosas no han mejorado. Titulaste tu post como Clave para evitar el futuro, y el futuro no se ha evitado, al contrario, vamos hacia donde ellos quieren que vayamos.¿Quienes son ellos?, no estoy seguro aunque cada vez que veo a banqueros y políticos tratándonos como estúpidos se me enciende la lucecita.
En Italia vuelven a votar a un sinvergüenza que lo primero que hace es: marginar los inmigrantes y forzar una ley que le otorga impugnidad respecto a sus actos de corrupción. Por cierto, en Sudáfrica ha llegado un momento en que la misma población negra ha llegado a hacer una limpieza étnica de otra población negra inmigrante.
El futuro es más chungo de lo que te esperabas hace dos años,¿no?

14 julio, 2008 20:15  
Blogger Cuaderno de Trieste said...

Hola, Wambas, y perdón por el retraso:

Tienes toda la razón, las cosas pintan muy feas. Quizá el mundo no sea peor que hace veinte años, pero yo tengo la impresión de que ahora el pesimismo es mucho mayor. En los años ochenta se hablaba de acabar con el hambre mundial o con la segregación racial y la gente se lo creía. Hoy suena a tomadura de pelo el que algún poderoso mencione esos temas. Sospecho que ocurrirá lo mismo con el cambio climático, una vez que haya pasdo de moda.

Yo además me temo que los políticos no se equivocan: si nos tratan como a idiotas, no hay duda de que debemos serlo. Al fin y al cabo, mienten más que hablan, ni siquiera se molestan en disimularlo demasiado y les seguimos votando. Es desolador. Y me da en la nariz que Berlusconi sólo es un caso especialmente llamativo; sin hacer tantas payasadas, muchos otros se sirven del poder igual, o incluso con buenas palabras.

Pues sí, Wambas. El futuro ya está aquí y no parece que traiga nada bueno para una gran parte de la humanidad.

Saludos y suerte.

17 agosto, 2008 19:20  

Publicar un comentario

<< Home

Estadisticas y contadores web gratis
Estadisticas Gratis
Locations of visitors to this page